Archivo por meses: julio 2015

Uno de cada tres fármacos en Europa incluye un marcador genético

La tercera parte del total de los medicamentos aprobados en Europa por la European Medicines Agency ya incluye algún un marcador genético en su ficha técnica.
A la hora de registrar un fármaco, se analiza si el hecho de poseer o no un gen específico puede
aumentar su seguridad y permitir identificar en cada caso a aquellos pacientes en los que tendría mayor eficacia.

En este sentido, España dispondrá de la primera base de datos en español y una de las pioneras en Europa
que permitirá la identificación de los genes que hay que analizar en cada patología.
Centralizará sus operaciones desde la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (AEMPS),
según ha comunicado Adrián Llerena, vicepresidente de la Sociedad Española de Farmacología Clínica (SEFC) y
de la Sociedad Española de Farmacogenética y Farmacogenómica (SEFF),
y uno de los ocho miembros que forman parte del Comité de Farmacogenómica de la EMA.

Actualmente Llerena coordina un proyecto europeo en red que trata de aunar la implementación de la Medicina Personalizada,
con el fin de unificar todas estas pruebas en el marco del programa Horizonte 2020.
“Es urgente homogeneizar las herramientas de análisis genético que se emplean en la actualidad,
con especial alusión a los test farmacogenéticos comercializados por algunas compañías y que están diseñados en base a criterios arbitrarios”.

La importancia de incluir el genotipo de los pacientes en la historia clínica

Durante el 12º Congreso de la Asociación Europea de Farmacología Clínica y Terapéutica,
Llerena manifestó que “el 20 por ciento de los ingresos en urgencias se producen por efectos adversos de medicamentos, siendo considerada la sexta causa de muerte.
Ya sería todo un logro conseguir reducir este porcentaje o disminuir alguna de las causas de muerte gracias al análisis genético”.

Según sus palabras, “los medicamentos salvan, pero también hacen daño.
Las estrategias que tenemos en farmacovigilancia podrían complementarse, desde el nivel epidemiológico en el sentido de que cuantifican lo que ocurre,
la estrategias activas que contemplen la inclusión del genotipado de los pacientes en su historia clínica para que el prescriptor pueda tomar una decisión más informada
a la hora de prescribir un determinado medicamento.
No vamos a prevenir todas las reacciones adversas, pero sí una parte importante a nivel individual”.

En referencia a ello, el Sistema Extremeño de Salud (SES) ha lanzado una propuesta pionera en Europa que permitiría la implementación de la Medicina Personalizada en los Sistemas Públicos de Salud.
El llamado Proyecto Medea permite guiar al médico en la prescripción mediante el análisis genético previo incluido en la tarjeta sanitaria con el fin de disminuir los riesgos y optimizar su eficacia.

¿Deberían los hombres congelar su esperma a los 18 años?

El doctor Kevin Smith de la Universidad Abertay en Dundee considera que se debería congelar el esperma de todos los hombres de 18 años para poder usarlo posteriormente debido a los riesgos que supone ser padre a una edad avanzada.

La calidad del esperma va disminuyendo con la edad, incrementando el riesgo de autismo, esquizofrenia y otras afecciones. Por ello, el doctor considera que la congelación de esperma en los hospitales debería convertirse en “norma habitual”.

Además, añadía que “es el momento de tomarnos seriamente la situación de la edad paterna y su efecto en la próxima generación de niños.
Si las tendencias demográficas de paternidad tardía continúan, podría conllevar que más niños sufrieran desórdenes genéticos.”

Así, según el Dr. Smith, aunque no exista una edad fija a la hora de ser padre, la gente a partir de los 40 podría querer utilizar su esperma congelado a los 18 años, momento en el que se encontraría en condiciones ideales.

Actualmente, la media de edad de paternidad en Inglaterra y Gales es de 33 años, cuando a principios de 1990 era de 31 años.

La Sociedad de Fertilidad Británica a través de su presidente, el profesor Adam Balen ha salido al paso de estos comentarios afirmando que esa postura “supondría una visión muy artificial de la procreación y una falsa sensación de seguridad ya que la tecnología no garantiza un bebé”.

Sheena Lewis, presidenta de la Sociedad Británica de Andrología comentaba que “los hombres deberían pensar en sus futuras familias a una temprana edad. Necesitamos extender el mensaje de que realmente es una mejor idea tanto para hombres como para mujeres tener hijos entre los 20 y los 40 años”.

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